domingo, 26 de abril de 2009

Un pequeño paréntesis


Haré un cambio... solo por el día de hoy... pues contare una parte de mi nunca lo había hecho, no tanto por miedo o algo por el estilo, sino por el hecho que creo que mi vida suele ser un poco aburrida, pero prometo que será solo por hoy porque me encuentro con un nudo en la garganta que no logro soltar...

Recuerdo que de pequeña me ha costado aprender a hablar, en mi familia suelen recordarlo... y recodarme como solía intentar hablar, pero es algo que hasta la hora todavía no me he avergonzado, ni he tenido alguna secuela de ello... no que yo lo haya descubierto aun...

Luego de millones de ejercicios y muchas terapias de lenguaje lo he logrado... y con ayuda de algunos amigos y compañeros que encontré en ese inmenso lugar...

Todavía lo recuerdo muy bien...era un nuevo lugar, inmenso desconocido y aterradoramente acogedor... lo miraba desde lejos a cada uno de ellos algunos parecían ser muy delicados, en otros su dorso me parecía cómodo y apetecible…

Cada mañana de lunes a viernes… regresaba a ese lugar… los primeros días solo los miraba fijamente… y los apreciaba, los deseaba, los necesitaba… mi soledad y yo lo pedía a gritos en el silencio de ese inmenso lugar…

Un día ha llegado la oportunidad de haberlos tenido en mis manos… y lograr que ellos intimidaran conmigo… mi necesidad por ellos se volvió insaciable… no podía estar sin ninguno de ellos… los amaba mas que a mi vida en ese momento… y ellos supieron recompensarme dándome o dándole a los demás un nuevo concepto de mi persona… y a mi debilidad la convirtieron en fortaleza que he de confesar que todavía no ha sido perfeccionada ya que de ellos todavía tengo que aprender… pero para los demas hoy suelo desenvolverme bien.

Ya el dúo dinámico, había cambiado ya no éramos mas mi soledad y yo, ya éramos nosotros… El tiempo pasaba y yo, aun, no era cómplice de el, porque ninguno era testigo del tiempo que jugaba con nuestro cabello queriendo tener toda nuestra atención…

Eran ellos lo que me alimentaban minuto a minuto, sus paginas hacían que me estremeciera en todo momento que necesitaba… ellos eran mi refugio de todo y sin ellos no hubiese podido sobrevivir… al caos que vivía…

Ellos fueron los responsables que mi lengua se soltara… y ya no necesitara mas terapia… también fueron los culpables de que mi alma aprendiera a callar… callar y guardar… guardar para solo poder escribirlo…

Hoy me veo y trato que la lengua suelte esto que por dentro cargo… pero aun con los ejercicios de las terapias no logro que suelte…

Ellos me celan… celan cuando deseo intimidar con alguien mas.

3 comentarios:

Piranha dijo...

No sé si ya te lo había dicho antes, pero de cualquier modo lo diré: "querer es poder" y si realmente lo deseas, ten por seguro que lograrás expresarlo, aún cuando ellos intenten oponerse, se tú la que decida con quien intimar y con quien no.

Suerte.
Besos y abrazos.

Betta Real dijo...

Los libros suelen ser bastante caprichosos, hay que entenderlos y quererlos, pero también saber delimitarlos.

Eres tú quién decide el hacer o no hacer, ellos son meramente una agradable compañía a la que puedes acudir cuantas veces desees.

Ya te lo dijerón anteriormente, querer es poder, ánimo, nena. Saludos!!!

Tanais dijo...

Animo niña! vales mucho!